Fielmente esperaba que fuese una noticia falsa en pro de poder tener algún atisbo de esperanza y confianza en la conciencia humana. Pero no, no es una noticia falsa, una vez más la sociedad nos da su peor cara y muestra la expresión más denigrante y decadente. Se han eliminado toda clase de sentimientos de las masas fervientes y extremistas, se a deshumanizado a la población llevando a engrandecer aquello más lejano de la civilización y la evolución.
Incluso en el mundo animal existe un equilibrio de control sobre el más débil, el más anciano, etcétera. Siendo así que la "humanidad" en su expresión más primitiva y visceral no tenga comparación lógica con la animal.
Esto se trata de una repugnante carencia de todo valor y coherencia. De una excusa sistemática que ocultándose tras la máscara de las ideologías, creencias, aficiones. Nos hizo creer y terminar encasillando a la sociedad bajo aquellos gethos culturales o tribus urbanas... Tales como los frentes radicales de equipos de fútbol. Siendo en muchos casos completamente falso que se luche por un ideal o por una defensa de un equipo y se utilicen los estadios, los equipos, banderas, emblemas y demás "parafernalia" como una simple excusa para justificar el dar rienda suelta a su bajeza, a su búsqueda de una violencia que llené sus vacías y miserables existencias.
Siendo así que lleguen a suceder actos como el que me hizo relatar esta noticia.
"La agresión física y psicológica a un pequeño muchacho enfermo de cáncer el cual tuvo el deseo cumplido de ver a su equipo favorito en acción antes de perder la vista por su fatídica enfermedad."
La respuesta de la sociedad una vez más dice sorprenderse y llevarse las manos a la cabeza, en esta ya tan falsa respuesta ante lo que a mí pesar pasará a ser una anécdota más en la gran mancha de la impronta humana.
Una vez más se busca culpabilizar a los equipos de fútbol, mediante sanciones a la arquitectura de sus campos, más que en la concienciación y la condena de los verdaderos culpables. Aquellos energúmenos carentes de toda moral que son capaces de tales actos.
Llega la hora una vez más en la que debemos focalizar la necesidad tan marcada en los últimos tiempo de un control, de una justicia más efectiva y contundente, de una respuesta más significativa que haga poner en verdadera relevancia las consecuencias que todo acto tiene.
Que se repudie y condene más allá de un momento viral y anecdótico del noticiario diario, al que ya tan acostumbrados y insensibilizados estamos lanzados.
Debemos recuperar la necesidad de evolución cultural basada en una importancia de la impronta más allá de nuestras propias existencias, más allá de nuestras actuales preocupaciones, creencias y sensaciones en pro de una unión mayor entre todos nosotros ante los problemas, dolencias y carencias...
Estamos a tiempo o debemos empezar de cero?
Es el ciclo natural de la sociedad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario