Si bien es cierto que las demostraciones físicas de la victoria de Edmundo González, son aplastantes, no hay que olvidar que Nicolás Maduro es el heredero estancada de una de las dictaduras más feroces, Chavista de cuna y locuras como aval, llevan a que está sociedad del absurdo se sorprenda con el avisado y previsible pucherazo.
Estamos ante un Jefe de estado despreocupado del estado el cual prefieres una guerra civil que le deje como mártir de una causa perdida que el abdicar y reconocer el gran estado de derecho que llevaría a una herida de muerte del sistema político populista tan extendido, olvidamos demasiado fácil el lazo del poder político del chavismo y sus apoyos tanto institucionales como negocios en los que le hacen ser una seudo punta de lanza en los bolsillos de satrapas y revolucionarios de colegio.
Ahora bien cuando se habla de dictadura y de mandatos nefastos para la sociedad siempre se confunden con la absurda idea de que una dictadura es solo patrimonio del mal llamado fascismo, o derecha.
Mientras estamos en una evolución veloz del libertarismo en la franja política y un cambio en el paradigma de Hispanoamérica, seguimos manteniendo el apoyo a estos rediles de dictaduras a manos de personajes tan nefastos como ridículos.
Estamos ante el principio de una guerra civil? De un incremento de las revueltas y la infiltración de grupos paramilitares bilaterales? O simplemente un capítulo más de la encrucijada?
Se detendrán a los opositores como de costumbre y dejaremos de hablar de Venezuela por un tiempo? Abandonando la falsa democracia y mirando a otro lado?
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