Hace unos días nos llego la noticia, sorprendente del suicidio de un concursante de la edición americana de Masterchef, programa de cocina donde se somete a presión a cocineros amateurs, en busca de convertirlos en verdaderos chefs profesionales. Esta presión pudo con el semifinalista de la pasada edición el cual al terminar su participación y pasados unos días de adaptación a su nueva fama, tubo un brote psicótico el cual le llevo a la obsesiva idea de que el Chef y Juez del programa Gordon Ramsay, le había poseído convirtiéndole en dios, su brote termino con una bala del 9 mm atravesándole la sien. Tal suicidio paso sin pena ni gloria por el panorama noticiario español "como no".
Lo sorprendente es que la familia del joven Josh Marks, en su declaración alude a la enfermedad diagnosticada y hacen una seudo queja del sistema medico psiquiátrico americano, culpando a la falta de centros y medios de soporte a enfermos mentales del resultado fatídico. Es interesante pensar que la muerte de este chico vaya a servir como ejemplo de las carencias de un sistema sanitario con escuela en su espalda a lo que se refiere a carencias y reclamaciones, pero simplemente va a ser una muerte mas por presión, una mas a la larga lista de nuevas estrellas o jóvenes talentos explotados al máximo en la carrera de la fama y el sueño americano, donde el talento es mas importante que el soporte mental de sus concursantes, actores, cantantes etc.
La cuestión a tratar a parte del sistema y sus carencias, creo que fielmente sería :
¿ Están las cadenas obligadas a dar un soporte clínico tanto medico como psicológico a sus concursantes?
¿ Es hora de bajar el nivel de presión de este tipo de realitis?
¿ Es mas importante la oferta y demanda de share que la salud?
Josh Markus
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