Gracias a la creación de una carcasa en forma de colibrí para un dron se a conseguido de un modo no invasivo acercar al máximo una cámara al mundo de las Mariposas Monarcas.
Las imágenes obtenidas muestran la inmensidad del micro hábitat que crean las mariposas monarcas en su corta existencia de 24 horas. Grácias a esas imágenes podemos diluciar mejor como funciona su sociedad y sus sistema, sus colonias y un largo etcétera de funcionamiento y cronología. La bellaza de las imágenes me da que pensar en todo aquello que nuestros ojos jamás lograran ver.
Bién sea por la morfología de nuestros ojos, el espectro visual, la demarcación, el clima, la oportunidad, por no estar a nuestro alcance o simplemente por llevar la vista más pegada a una pantalla que al mundo que nos rodea. Como bien ocurre con la arquitectura y florituras de las ventanas de muchas ciudades. Nuestra espécie tendemos a no observar nuestro mundo y nos estamos acostumbrando a dejarlo pasar. Debemos detenernos y comprender que todo lo que nos rodea tiene un interés potencial así como una importancia visual abrumadora.
Los que vivimos con el peso de una cámara en el cuello, nos gustaría poder inmortalizar todos aquellos detalles que observamos nuestro día a día. Debemos dar gracias a la tecnología que nos permite ver el mundo en su total esplendor, aúnque también es necesario que levantemos más la cabeza, miremos el mundo, disfrutemos de los pequeños detalles, vivamos más en conexión con lo que hay más allá de nuestro espectro de visión. Conozcamos lo que nos rodea, incluso lo que llevamos dentro. Disfrutemos el arte de las pequeñas cosas. Hagamos ese esfuerzo.
Sin duda merece la pena.
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