Si hace unos años teníamos la noticia de las especificaciones técnicas que llevaron al resultado de investigaciones de transplante de miembros entre animales, cabeza etcétera, por parte de la antigua unión soviética, hasta la creación de la famosa oveja Dolly, primer animal reconocidamente clonado. O los avances en el útero artificial con capacidad para incubar humanos con las mejoras posibles que ofrece la intervención genética. Ahora recibimos datos sobre la primera planta de gestación masiva lo cual significa un gran avance para la ciencia y una confirmación de las extravagantes prioridades de la investigación y la sanidad mundial.
Lo cual abre un abanico de preguntas de tinte existencialista y moral, así como una interrogativa hacía cuales son los planes reales del sistema gubernamental a nivel mundial.
Dejando de ser aquello llamado conspiracionismo y regresando al término periodismo de investigación o simplemente sed de conocimiento.
El llamado proyecto "ecto life" con el que supuestamente se a bautizado el campo de gestión, nos lleva a un distópico futuro en el cual la interacción humana quedará relegada a unos pocos con lo que a nivel genético conlleva.
Serán más marcadas las diferencias sanitarias entre las clases altas las cuales serán abiertamente las sanas y las bajas aquellas llenas de enfermedades?
Quién controlará la modificación genética que se realice?
Que cambios geopolíticos legales habrá que tener para regular este mercado?
Que directrices morales están capacitadas para la decisión de la solución a la controversia básica que esto conlleva?
Estamos ante un mercado de recambios y esclavos?
Pensemos.
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