Encuentro que en estos tiempos de dolor y tristeza, donde no nos sentimos representados, es necesario recordar el viejo estilo del periodismo. La epoca del mal cafe y la pregunta a la fuente, de opinión formada a través del conocimiento de causa y la investigación sistemática del entorno, de no morderse la lengua ni censurarse para quedar bien. Por tal acto creo este espacio.

domingo, 26 de marzo de 2023

La calma ante la tormenta... la nueva apatía social.


Tras ver estas imagenes de una de las manifestaciones más recientes en Francia, me doy cuebta una vez más del preocupante nivel tanto de apatía como de desencanto de la sociedad actual para con su entorno. 

Mientras que a escasos metros de la terraza donde degustan una copa los comensales de un bar y la vida del entorno de la plaza pasa como un día cualquiera, estalla el grueso de la manifestación en estado puro de la ira del momento, cocktails molotov, barricadas, gritos golpes y proclamas parecen no perturbar la bucólica imagen de un anochecer en las calles francesas, demostración del más sorprendente momento cultural en el que estamos, donde se unen los factores de lo cotidiano y la costumbre con aquel desanimo por la no llegada de un cambio o relevancia a lo que ocurre. Y es ue sin duda nos hemos acostumbrado a la velocidad de lo anecdótico de nuestra vida y la poca relevancia de lo que ocurre con todo aquello que nos preocupa. Mientras el sistema social se desmorona a pie de calle y el agobio es el condmento a pan de cada día, las clases politicas y sus secuaces, se desmarcan más de los conflictos causados, aunque cada vez más la indiferencia se está contagiando aquellos que sufren los golpes de las decisiones del poder. Estamos perdiendo los reflejos y actitudes humanas a marchas forzadas, convirtiendonos en una masa a sentimental, sin valores ni credos que nos resulten útiles o suficientemente importante como para hacer algo más por ellos y defender así la importancia y la necesidad que tienen para con nosotros. 


Siendo así que una de las principales consecuencias sea el poco soporte a las causas y las proclamas sociales, y el marcado sentimiento de los reaccionarios, disidentes del pensamieno apático, que aquellos luchadores rebeldes, regedos del sistema, que las llamadas ovejas negras estén sacado dientes creando una sensación de necesidad de explosión que es aprovechada por aquellos descerebrados que solo buscan excusa y no causa para liarse el pañuelo a la cabeza y alzar el puño, tergiversando y ensuciando los verdaderos motivos de lucha de aquellos que empezaron la lucha por los derechos sufragados. Motivo adjunto a la desazón del común, pues hemos aprendido que como más ruido inútil se haga, el mensaje pierde calado y por ende importancia. 

Pienso en esos tiempos en que se luchaba todos al unisono, cuando la sociedad reconocía la importancia de las causas así como la relevancia de las circunstancias y consecuencias del todo y nada. Me pregunto qe debería pasar, a que nivel hay que llegar para que algo sea del suficiente calado moral para crear un cambio, para marcar la diferencia, que suceso seria el que esta sociedad actual deshumanizada al extremo y cargada de estupideces necesita para que una reflexión importante cree un antes y un después, pero sobretodo que necesitan aquellos sentados en el poder para dejar la indiferencia y actuar de una vez por todas en pro de solucionar los verdaderos problemas de esta sociedad. 

Mientras tanto en la espera aún existiremos los pensadores, los analistas y criticos que daremos un poco de aliento aquellos que no tienen voz...

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